Como elemento fundamental en la decoración de nuestra casa, la elección de las cortinas puede ser mucho más determinante de lo que pensamos para conseguir que una estancia resulte elegante y acogedora.
A la hora de elegir una cortina u otra hemos de tener en cuenta no sólo la iluminación, el tamaño y la decoración de la estancia en la que queremos poner las cortinas, sino los tejidos, formatos y colores que hay en el mercado.
Las cortinas lisas, aparte de ser ideales para estancias pequeñas porque no recargan el ambiente, nos permiten una mejor combinación con el resto de los elementos decorativos que empleemos.
Para sacarles el mejor partido, ten en cuenta estos aspectos:
El tono que elijas para la pared, así como las telas de la tapicería, cojines, alfombras… te marcarán la gama predominante y el tono idóneo para tus cortinas. Si tienes dudas y no sabes qué color escoger, decántate por los colores neutros: nunca fallan.
Para habitaciones con poca luz, lo ideal son las cortinas confeccionadas con tela de visillo, y si son en color blanco mejor, ya que expande la claridad.
Si, por el contrario, la habitación cuenta con una gran entrada de luz natural, lo mejor es elegir cortinas o visillos dobles y de tejidos tupidos o sobre cortinas.
Para espacios pequeños, elige telas claras o semitransparentes. Además, con un tono igual al de la pared, ganarás sensación de espacio.
Para las habitaciones de los más peques, lo mejor son las telas frescas de algodón, en colores vivos, para crear ambientes cálidos y divertidos.
Para conseguir dormitorios serenos y mantener la intimidad de la estancia, puedes combinar cortinas tupidas con visillos muy ligeros, de esta forma tendrás luz durante el día y oscuridad durante la noche.
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