Cortinas largas, cortas, drapeadas o fruncidas. Las posibilidades decorativas de este elemento versátil son infinitas. Y más en invierno, que aíslan del frío y convierten la casa en un espacio acogedor. Para elegir las cortinas es imprescindible tener en cuenta la cantidad de luz que se quiere obtener.
Para vestir las ventanas se puede usar prácticamente cualquier clase de tejido, aunque el algodón ligero, la seda, la tafeta y la falla se consideren los más idóneos para los dormitorios.
En cuanto a los salones y salas de estar la recomendación, es utilizar texturas más pesadas como la lana, el tweed, los terciopelos o algunas variedades de organza. Actualmente están de moda las de doble barra, las enrollables o roller y los paneles japoneses.
Respecto a los colores, no hay cambios. Se mantendrán las tonalidades claras de años anteriores, como los blancos, crudos y beiges que confieren luminosidad.
Lo más importante a la hora de elegir una buena cortina es fijarse en la calidad del material.
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